miércoles, 20 de abril de 2011

San Chinarro y Las Tablas, barrios periféricos de ¿nueva generación?


Los barrios de San Chinarro y Las Tablas se encuentran al norte de la ciudad de Madrid, entre las autopistas M-11 y la M-40, y divididos por la A-1 (Autovía de Burgos).









Ambos barrios surgieron como un Programa de Actuación Urbanística (PAU) a raíz del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Madrid de 1997 y se comenzaron a construir a principios del siglo XXI y sirven como ejemplo para analizar el tipo de barrios que se proyectan en nuestras ciudades y cómo lo que en estos ejemplos se observa, se repite en muchos otros ámbitos residenciales.






Estos barrios, que tan bien se presentan a la población, no dejan de ser una reiteración de los polígonos residenciales construidos en los años 60 y 70's, pero maquillados con grandes espacios públicos, grandes avenidas, edificios de arquitectos conocidos, etc. pero cuyos servicios en sus orígenes escaseaban y dónde la delincuencia se apoderó de ellos por la falta de vigilancia y de estancias policiales. (ver enlaces)






Son espacios en los que una acera, una rotonda o una calle, se redimensionan para ser avenidas, islotes o bulevares. A esto le tenemos que sumar que los bajos comerciales escasean y muchos de ellos son negocios como bancos u oficinas, con horarios de apertura de mañana y en días laborables.







El pequeño comercio difícilmente sobrevive en un barrio de este tipo, en los que se encuentran un par de cadenas de supermercados y un Corte Inglés del tamaño de un transatlántico.









La movilidad en estos barrios funciona de manera muy parecida a la de un polígono industrial, con mucho tráfico durante el día, por encontrarse en estos o sus alrededores, centros de atracción de la movilidad (así como la sede de Telefónica, Vodafone entre otros edificios de oficinas u hospitales) pero espacios solitarios durante la noche y los fines de semana.


Este tipo de barrios no tardarán en mostrar algunos problemas o carencias, con el primero ya ala vista, darles vida de barrio a espacios impersonales, y otro, la movilidad a pie ¿ qué hay cerca? Esto fomenta la movilidad motorizada, por mucho metro ligero o líneas de autobús que se creen.



Algunos de los problemas derivados del urbanismo de los años 60 y 70 que actualmente se intentan corregir con políticas de regeneración y revitalización de barrios degradados creo que no tardarán en hacerse patentes en mayor o menos medida en zonas cómo estas.

Considero que el urbanismo actual debería haber aprendido de los errores cometidos y no repetir la misma fórmula pero con aires de "gama alta", pensando y construyendo el espacio para el ciudadano y con el ciudadano.



Enlaces relacionados:






Fuente fotográfica: Google Maps